Esto si debería darme vergüenza ponerlo a estas alturas... pero que se le va a hacer!
Los reyes vinieron, y cuando nos levantamos por la mañana, habían dejado un montón de cosas para Gorka, una funda nórdica para los papás y más accesorios para la cámara de fotos que nos dejó Papa Noel.
Y se fueron.
Pero antes pasaron por la cocina a ver el maravilloso tortel que había hecho el día de antes, y que unas pocas horas después nos íbamos a comer en compañía de mis padres, mi suegra, mi hermana y mi tío Sixto, que aunque es tío de mi madre, todos lo queremos como tío nuestro. Va por él, porque todavía alucina cuando ponemos la mesa y empezamos a sacar tanta comida, tan variada, y tan rica, y por que pase muchas Navidades con nosotros!
Ingredientes:
Para la masa madre:
- 150g de harina de fuerza
- 25g de levadura de panadería (de la del Mercadona)
- 100ml de leche tibia
Para la masa:
- 500g de harina de fuerza
- 100ml de leche entera
- 2 cucharadas de agua de azahar
- 150g de mantequilla
- 2 huevos
- 2 yemas de huevo
- 120g de azúcar
- 1 cucharada de miel
- 2 cucharadas de ron
- La piel de 1 limón y 1 naranja
- 1 cucharadita de sal
Preparación:
Empezamos preparando la masa madre: En un bol mezclamos todos los ingredientes que se necesitan para hacerla y lo tenemos como una media hora, tapado y a ser posible en un sitio que tenga algún calorcillo o por lo menos que no tenga corrientes de aire. Debe doblar el volumen.
Trituramos las pieles de los cítricos a velocidad progresiva, 5- 7- 9 hasta que queden bien picadas, ojo con las paredes del vaso!
Mezclamos la leche, el ron, la miel y el agua de azahar durante 3 minutos a velocidad 2, 37ºC.
Añadimos la mantequilla a trozos y programamos 2 minutos velocidad 2, 37ºC. Comprobamos que la mantequilla se ha disuelto completamente, y si no volvemos a ponerla unos cuantos segundos más en las mismas condiciones.
Sin parar la thermomix, agregamos, uno a uno los huevos y las yemas, hasta que estén bien integrados. A continuación las pieles trituradas.
Incorporamos la masa madre y le damos unas vueltas a velocidad 4.
Echamos la harina tamizada junto a la cucharadita de sal y mezclamos a velocidad 6 durante 5 minutos con la espiga.
Miramos si la masa está muy líquida. Si todavía se pega a las paredes del vaso, será necesario añadirle, de cucharada en cucharada, más harina. Si no se pega, está lista para el primer levado.
Tapamos el vaso con un paño limpio y lo dejamos durante una hora. Sabréis que es suficiente porque la masa levanta el cubilete.
Sacamos la masa del vaso y la ponemos sobre una superficie ligeramente enharinada. La golpeamos y amasamos para quitarle bien el aire. Si fuera necesario, porque se os pega en las manos o en la encimera, podéis añadirle un poquito de harina, pero siempre con cuidado de no pasarnos, que entonces no nos quedaría esponjoso.
Terminamos el amasado haciendo una bola, en la que iremos metiendo la masa hacia dentro, diciéndole, así, que queremos que suba y no que se expanda. Colocamos la masa en un bol grande, lo tapamos con film o un paño y dejamos que leve durante otra hora.
Mientras preparamos la bandeja del horno con papel vegetal.
Volvemos a amasar ligeramente la masa, y hacemos de nuevo la bola como en el paso anterior. La ponemos encima de la bandeja y dejamos que repose unos 10 minutos. Esto nos ayudará a darle la forma redonda luego.
Ahora viene la parte complicada de explicar. Metemos las manos en el centro de la bola y vamos estirando la masa hacia los lados, pero de tal manera que le digamos a la masa que suba. A que parece difícil? pues no lo es tanto. Si metéis la mano derecha en el centro de la bola y abrís el hueco, luego se trata de ir, con la mano izquierda, subiendo la masa mientras lo vamos ensanchando. Veréis que enseguida podéis ayudaros de las dos manos para hacerlo y es sencillo.
Pintamos con huevo el roscón y lo tapamos para que leve una última vez.
Después de una hora, en que habrá doblado el volumen, volvemos a pintarlo con huevo y adornamos al gusto. Yo piqué unas almendras y humedecí azúcar con agua de azahar porque en casa no nos gustan las frutas escarchadas.
Lo metemos al horno, precalentado a 200º, arriba y abajo, y a ser posible con aire, bajamos la temperatura a 180º y lo tenemos unos 25 minutos.
Si veis que se dora demasiado por encima, podéis taparlo con papel de aluminio, o, simplemente, poner la bandeja de horno en una de las ranuras de encima del roscón.
Dejamos enfriar y rellenamos.
Notas:
La receta la saqué de
El aderezo, aunque como siempre, hice algunas modificaciones. Una de ellas fue poner la mitad de lo que os he marcado de mantequilla y la otra mitad de manteca de cerdo.
El relleno va a gustos. Yo hice mitad de nata y mitad de trufa.