CONSERVA DE TOMATE

Odio comprar el tomate en conserva. No me gusta nada. Así que cada año por estas fechas, y siguiendo lo que durante muchos años hice con mi abuela en Navarra, me hago yo la conserva. Es fácil, aunque pesado, sobretodo para la espalda, pero cuando a mitad de invierno abres uno de los botes, te dices que mereció la pena aquel dolor de espalda...

Ingredientes:

• Tomate de pera
• Botes limpios con tapas que cierren bien
• Agua
• Una sopera muy alta para luego poner los botes llenos

Preparación:

Ponemos los tomates en un cubo grande y les echamos por encima agua hirviendo, de manera que los cubra. Los dejamos unos minutos y podemos empezar a pelarlos, lo mejor es preparar un recipiente para echar los tomates ya pelados y otro para tirar las pieles. Un vez pelado el tomate, le hacemos un corte a lo largo y lo chafamos con las dos manos, para quitar el agua del tomate y la mayor parte de las pepitas, lo depositamos en el recipiente de "tomate pelado" y seguimos con el resto hasta que los tengamos todos listos. Ahora empezamos a envasar, vamos cogiendo puñados de tomate, volvemos a escurrir, chafando con las dos manos, para que no nos salga muy aguada, y lo metemos en el bote. Cuando el bote esté lleno, lo repasamos con un cuchillo. Se trata de quitar las posibles burbujas de aire que se hayan ido formando mientras lo llenábamos. Lo volvemos a rellenar, si es que hace falta y lo tapamos. Sobretodo que quede bien cerrado.

Cuando tengamos todos los botes llenos, los ponemos en una olla y los cubrimos con agua. La ponemos en el fuego y contamos 20 minutos desde que empiece a hervir. Sacamos del agua y esperamos a que se enfríen. Ya podemos guardarlos hasta que los vayamos a usar.

Cuando vayamos a usarlo, hay que acordarse de añadir un poquito de azúcar para quitarle la acidez al tomate.

Nota:

Se que os va a parecer una tontería, pero cuando hacía el tomate con mi abuela, usábamos un cubo muy grande y cuando terminábamos, llenas de pepitas y de "chifletazos" que nos habían saltado alguna de las veces al escurrir los tomates, mi abuela decía... Mete los pies dentro, que es bueno!!! Ya mi me daba un gustito... Echo de menos eso... y también muchas otras cosas con ella.