En casa nos encantan las galtas, si son de ternera mejor, aunque normalmente son las de cerdo, que se encuentran en cualquier supermercado.
La imagen de detrás es Zubieta, un pueblecito navarro, que hace algún tiempo, colgaba de las paredes de mi habitación de soltera y que ahora está enrollada, esperando a que de nuevo la cuelgue, esta vez en la habitación del ordenador. Qué por qué este póster y no otro? pues porque el sabor de las galtas quedó totalmente otoñal. Y la fotografía está tomada en un día gris y pesado...
Ingredientes:
- 1 galta por comensal
- 1 zanahoria
- 1 cebolla
- 4 ajos
- 1 botella de vino tinto
- 1 palo de canela
- 5 o 6 clavos de olor
- Canela en polvo
Ponemos un chorrito de aceite en la olla a presión y cuando esté caliente cerramos el poro de la carne. Mientras se va haciendo, picamos finamente la cebolla y el ajo, y cortamos a rodajas la zanahoria.
Una vez tengamos la carne doradita, añadimos la zanahoria, damos unas vueltas y echamos la picada de ajos y cebolla. Dejamos que se poche y a continuación añadimos el palo de canela, los clavos de olor, y si nos gusta mucho el sabor de la canela, un poco de canela en polvo. Movemos y añadimos vino hasta cubrir las carrilleras. Salamos.
Cerramos la olla a presión. Cuando empiece a hervir, contamos 25 minutos y apagamos el fuego.
Abrimos la olla, sacamos las galtas y retiramos el palo de canela y los clavos de olor. Ya se que es tarea de chinos, pero mejor si los encontráis todos. Con la batidora, trituramos todo lo demás y si es necesario, dejamos a fuego medio-bajo a que coja la consistencia de salsa que nosotros queramos. Rectificamos de sal si fuera necesario.
Ponemos la galta en el plato y echamos por encima la salsa. Podemos acompañarlas con arroz blanco.
Notas:
La canela tiene un sabor muy potente. Si no os gusta, podéis cambiarla por nuez moscada.
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