Solomillo de Ciervo Macerado a la Plancha

Mi suegra hace muchos años que trabaja en una clínica veterinaria. Muchos, muchos, tantos que está a punto de jubilarse. Y no, no es veterinaria, pero como si lo fuera. Ella sola opera a las gallinas, gatos y demás bichos que tiene en la casa de fin de semana.
El caso es que parece ser que trabajar como veterinario o ayudante es uno de esos trabajos en los que todavía se dan propinas o regalitos de agradecimiento. Y no se porque pero a mi suegra semana si, semana también le regalan algo. Cuando no es un frasco de colonia, es una caja de bombones, 20€ o como pasó esta vez, un solomillo y un lomo de ciervo de caza, oiga usted, que cosas más raras se han regalado!
En fin, que como venía envasado al vacío, y era jueves, enseguida pensó que su nuera, osea yo, lo haría perfectísimamente el fin de semana. Pues nada, que recibí la llamada donde me decía que fuera buscando recetas y la que os dejo hoy es la del solomillo.
Siempre había pensado que el ciervo debía ser duro, por eso de que la carne de caza es normalmente más dura y astillosa. Pero fue toda una sorpresa. Era tierna, jugosa y tremendamente sabrosa. Si tenéis la oportunidad, no lo dudéis!

Ingredientes:

• 1 solomillo de ciervo
• El zumo de medio limón
• 3 o 4 ajos
• Sal
• Aceite
• Perejil

Preparación:
Limpiamos de grasitas y nervios el solomillo de ciervo.
Preparamos el macerado con el zumo de limón, los ajos picados, el perejil cortado fino, un chorrito de aceite y sal.
Disponemos el solomillo en un recipiente que luego podamos cerrar. Echamos por encima el macerado y lo dejamos reposar en la nevera unas cuantas horas moviendo de vez en cuando para que absorba los aromas.
Ponemos la plancha a calentar, cortamos rodajas gruesas del solomillo y lo hacemos casi vuelta y vuelta con un chorrito del macerado por encima.

Notas:
Os recomiendo que no lo hagáis mucho porque es probable que entonces si se quede durito.
La receta original la podéis encontrar en Ver y Cocinar