UNA BODA DISTINTA

Hoy no os dejo una receta, bueno, o si. A lo mejor es la receta de la felicidad... o no? Pero una boda es eso, verdad???

El caso es que hay miles de bodas, y todas, todas, son diferentes. Las hay pomposas y ostentosas, las hay sencillas, y hasta están las bodas gitanas, con el ritual del pañuelo y toda esa historia. Pero esta fue diferente.

No os dejo fotos de la ceremonia en si. La verdad es que todos llegamos a la misma conclusión: fue excesivamente rápida, tanto que hasta los novios lo dijeron.

También os diré que la novia iba guapísima con un vestido gris y naranja precioso y un ramo con un par o tres flores del ave del paraíso que me volvió loquita.

El novio... Albert...lo digo o no lo digo... mmmm... bueno, tal y como se definió el ayer, con esa figura espectacular ;-)))), que os voy a decir, muy guapo también! (jeje, que no se note que íbamos por parte del novio)

Después de la ceremonia civil nos fuimos a un restaurante a comer unas tapas de lo más originales, y que ahora mismo no os voy a decir, para así poder ponerlas como pintxos en una de mis recetas (que mala, malísima que soy).

Hasta aquí parece una boda normal, no? Pues no. Los novios decidieron que sólo se iba a hacer un tapeo, y que preferían pasar un fin de semana entero con la familia y los amigos, así que ni cortos ni perezosos, alquilaron una casa rural, que en realidad eran tres, para todo el finde.

Allí que fuimos, ayer por la mañana, dispuestos a pasarlo bien y a comer no se cuantos quilos de calçots, carne, y verduras a la parrilla.

La verdad es que nos sorprendió mucho "la masía". Tiene un terreno muy grande, con campo de fútbol, una zona para los niños, piscina y hasta tirolina! Además, las casas tienen de todo y están muy bien decoradas. Pero vamos que como no íbamos a ver las casas, ni mucho menos, nos pusimos manos a la obra.

Mi marido cortó un jamón entero; entre mi madre y yo cocimos los pies de cerdo para luego hacerlos a la brasa; mi padre hizo las brasas con los amigos y familiares de los novios y las mujeres prepararon las mesas para sentarnos a comer. Todos colaboramos en algo.

Los niños fueron los primeros en comer. Para ellos había canelones, aunque unos cuantos prefirieron el jamón, entre ellos mi hijo, jejeje. 

En cuanto terminaron los niños, empezamos nosotros, evidentemente, lo primero fueron los calçots... Aquí tenéis a la pareja de recién casados poniéndose las botas con las cebollas catalanas!

Y como los novios habían empezado... AL ATAQUEEEEEEEEEEEEEE!!!!! Esto es la guerra! Tonto el último! jajajaja

No me quise quedar atrás en esta marabunta y en cuanto cayeron en mis manos un par de bandejas, aproveché y me monté un platito, bajo en grasas y colesterol y digno de la boda más pomposa que podáis imaginar.

Ya sabéis que sólo de lo salado no vive el hombre (ni la mujer) y de postre me decidí por un platito de fresas con nata, que estaba de vicio, sobretodo después de tantos días haciendo dieta y sin probar nada dulce!!! jajaja



Aysss, que sería de las bodas sin las confidencias de los novios????? Que bonito!!!! jejejeje. Eso por meterte conmigo y mi blog... te lo avisé! :-))))))



Y esto pasaba mientras los adultos comíamos. Los más peques encontraron un Tió y se hartaron de darle de comer y darle bastonazos, pero evidentemente, no cagó nada porque no era la época...

El café con leche no se puede perdonar, y como nos habíamos portado muy bien, fue con premio. Ya se que no lo parece pero llevaba un chorrito de Bayleys y las dos onzas de chocolate acabaron dentro también, fue un accidente pero estaba buenísimo... o sería lo bien que nos lo estábamos pasando y la compañía?

La zona para niños era genial. Con tuberías y un desnivel, tenían los toboganes perfectos!

Después de los cafés y la sobremesa, en las bodas "normales" viene el baile, en ésta, vino el Karaoke.

Y la tarde se fue animando. Todos cantábamos las canciones, y hasta bailábamos!!!



Al final de la tarde los niños estaban agotaditos, pero había un cerdito que todavía tuvo que aguantar sus pillerías!



Para nosotros el día acabó con la cena, el partido del Madrid- Barça y el ofrecimiento a que nos quedáramos a dormir. La verdad es que estoy muy resfriada y lo que más me apetecía era dormir en mi cama con un Frenadol.

Albert, Raquel, muchas, muchas gracias por invitarnos a vuestra boda. Lo hemos pasado de maravilla, y seguro que para vosotros habrá sido un fin de semana inolvidable. Enhorabuena a los dos!!!!

Ah! Si creeis que alguna de las fotos no debe estar, porfi, decidmelo, que rápidamente la quito.